ARMAGNAC CASTARÈDE
El saber hacer de Castarède se basa en una larga tradición que se remonta a 1832 en Lavardac. Si la empresa, ahora en manos de Florence Castarède, representante de la sexta generación, tiene una ventana en el bulevar Haussmann de París, su patrimonio familiar, cultural y gastronómico está en Mauléon-d'Armagnac, en el Château de Maniban. Allí, al borde del bosque de las Landas, en un terreno donde los vientos depositan arenas marinas, la casa Castarède cultiva dieciséis hectáreas divididas en cuatro variedades de uva: piquepoult o blanco loco, ugni blanc, colombard y baco. La destilación se sigue realizando de forma tradicional, en la propiedad, en los dos alambiques de la familia, uno de los cuales tiene más de medio siglo de antigüedad. Los aguardientes envejecen durante mucho tiempo en barricas de roble hasta que se convierten en Armagnacs muy finos. Un saber hacer recompensado a finales de 2017 por el sello Entreprise du Patrimoine Vivant.