Restaurante en París que ofrece cocina tradicional con productos seleccionados, un menú de mercado y carnes.
En este restaurante, incluso los más serios se dejarán ir a tomar una copa de vino para almorzar, ya que sería pura herejía que no se aprovechen los acuerdos precisos que ofrece el magnífico sumiller Philippe Faure-Brac. La cocina es tradicional y bonita, elaborada con productos seleccionados con precisión, ya que la carta se renueva cada mes en función del mercado y de las inspiraciones del chef Guillaume. Encontrarás las gambas de Madagascar en raviia abierta, guarnición de puerros con cítricos y caldo de crustáceo que te llevarán al magret de pato asado en el hueso, a las frutas de temporada y pimienta de Sichuan antes de terminar en las hojas de brick cacaotadas en el hueso, con salsa de chocolate y su mousse chocolate praliné avellana. Evidentemente, nos dirá que no siempre es evidente encontrar el vino más armonioso en estos preparados. ¡Déjenle guiar, les sorprenderá algunos acuerdos propuestos!
Merci pour l'accueil chaleureux et le professionnalisme.