Restaurante de cocina francesa con un ligero acento mediterráneo.
Cada vez más peculiaridad en nuestra capital: Taillevent forma parte, como la Torre d'Argent, de estos grandes restaurantes que pertenecen a una familia ayer los Vrinat, hoy los Gardinier. El lugar, el antiguo hotel especial del Duque de Morny, es simplemente suntuoso. En cuanto a la cocina, bajo la dirección de Alain Soliends desde 2002, perpetúa una cierta idea, tradicional, de la alta cocina francesa, tintada con ocasión de un ligero acento mediterráneo. Levantamiento de buey de buey de buey con salsa salsa de flores limonado, foie gras de pato de las Landas al vino de Saint-Estèfo, lugar amarillo de línea batida, algas nori, ostras y lechuga, torneos de buey Rossini, pollo de Bresse en la rotatassoire o nuez de ternera de ternera crujiente croustillante: la gastronomía de Taillevent será, por tanto, consensuada y burguesa, ofreciendo así un espejo fiel de la clientela. El gusto del día es el lado de los comensales. Es difícil no mencionar el servicio: perpetúa de la misma manera una tradición por así decirlo perdida hoy en los grandes restaurantes independientes parisinos, con nada menos que quince cocineros, cinco pasteleros y sobre todo diecisiete amos de hotel. Taillevent ofrece a una cierta elite un espejo tranquilizador y la sensación, necesariamente truncada, de que nada cambia.
Le personnel est extrêmement professionnel et très à l'écoute.
Une belle expérience cullinaire !