Auténtica y elegante cocina de trattoria, elaborada con los mejores productos, confeccionada por el chef Alberto Penati.
Maestro del pasta pasado por varias mesas conocidas (Il Carpaccio en el Royal Monceau en París, Excelsior en Venecia, Harry's Bar en Londres, etc.), Alberto Penati nos prepara una cocina de trattoria auténtica pero elegante, realizada a partir de los mejores productos de la Botte. En puesta en marcha, el ineludible spritz (cóctel a base de vino blanco y Aperl o Campari) acompañado de bonitas puestas en la boca (parmesano envejecido 36 meses que se respira desde el extremo de los dedos, crema de bacalao, caponata, gressins caseros). A continuación, hay entradas (propuestas en versión original, como el resto del mapa): capilla magro (ensalada tibia de crustáceos, pescado, verduras y huevo), carciofi e lattuga (alcachofas fundantes y lechuga a la romana) o tartara di tonno (tartare de atún al apurado de anchoa). Las pastas di Verrigini procedentes de los Abruzos se encuentran en varios recetas: calabacines y pollos, limón y gambas o sardinas, un ineludible del género con su sombreradura tostada. Risotto, linguinas frescas con trufas, o raviolis rellenos completan la lista de primi piatti, mientras que los secrediproponen osso alla milanese, fritura de marisco, costillas de cordero a scottadito o contr@@-@ filetes de carne de Piamonte. Se termina con una graniza de pomelo o para los golosos con el entrante pralinado al gianduja. Un entorno acogedor de gran hotel parisino, una magnífica carta de vinos italianos y un servicio bien calibrado llevado a cabo con brillantez por Sandro Funaro, al que no hay que dudar en pedir asesoramiento. El único inconveniente es que unos precios altos que harían gritar a los verdaderos italianos…
Une équipe de salle merveilleuse, qui nous a fait passé une magnifique soirée.
Nous aimons vraiment beaucoup...