Una dirección parisina que ofrece entrantes, especialidades finas, pizzas originales y postres.
Paredes anaranjadas, lámparas de araña de cristal, máscaras venecianas aquí y allá, mesas y cubiertos elegantes: el encanto mediterráneo funciona. La cocina no se queda. En entrada, se recomienda la burrata ondulosa, el tártaro de salmón o el gratin de berenjenas. En el plato, hay buenas especialidades, como la escalope de ternera panada con boloñena de berenjenas y mozzarella. Por último, las pizzas son realmente originales, excepto la cuatro quesos. En postre, se abandona el tiramisu clásico, bueno, para el tiramisú de fresa o al mango o para una panna cotta con frutos rojos. Los indecisos de los grandes apetitos optarán sin complejos por el café goloso y su farsa de golosinas. La mesa convenció a Madonna y el París Saint-Germain vino a festejar aquí… Puedes cruzarte con algunos VIP italianos puro, pero el trato es relajado y agradable para el turista o el marco anónimo.
Je retournerai avec plaisir , et ils ont la meilleure birrata.