CHRISTOFLE
En 1830, Charles Christofle, joyero, fundó la sociedad que también se iba a convertir en una marca, y ambas siempre llevan su nombre. Base inalterable (en todos los sentidos del término) de las colecciones Christophle: los metales (el dinero masivo, el metal plateado, el dorado, el acero), realzado por la adición de madera, nácar, cuerno y piedras duras y preciosas. Este gran nombre de la orfebrería francesa se ha instalado en esta galería comercial de la Rue de la Paix. Es elegante y tradicional, para presentar una amplia gama de cubiertos que han atravesado las generaciones: del sobrio Tené en la fantasía Jardín del Eden, un arte de vida. Del acero al vermeil, pasando por el corazón de la marca que es el dinero, es una profusión discreta de hermosos objetos; porque también te pararás en una joya, una copa o un timbre. Auténticos precios, pero los imprescindibles prometidos a una perennidad que trasciende los modos. Christophle abre también sus puertas a diseñadores para que te aprovechen de su talento y creaciones, ya sea de Stéphane Parmentier, de Marcel Wanders, de Ora Ito, de Andrée Putman…