Restaurante en el corazón del 7º arrondissement que ofrece bonitos platos regionales y gourmet.
Antiguo socio de David Bottreau aux Fables de la Fontaine, Sébastien Gravé abrió Pottoka (poney en lengua vasca) a unos metros de allí. Un pequeño rincón de "actitud" en el corazón del 7 º con una decoración sobria, pero que hace la parte bonita en el rugby, sobre todo en las paredes, con inscripciones que subrayan la pasión de los patrones por el ovalia. Pero no es sólo el ambiente lo que nos interesa, sino también el contenido del plato: tántaro de dorada y ostras, una carne de buey y abogado sobre un gazpacho y su raviol de remolacha en galanga, un huevo bio acompañado de ventrdisparos vascos, mocolillos de brioche y crema de trufa en cocota, aves de corral amarilla y crema de trufa, una polla amarilla en crujiente de ajo, hinojo confitado y colis limón. cordero confitado durante 12 horas o una lata de palo (archi fundado) de ternera braseada a las aceitunas, guisantes, manzanas granujas y espárragos… De bonitos platos, regionalistas y golosos, tendencia rústica pero aligerada en general y con gusto. Y para terminar, la inevitable tarta vasca…
Là où le bat blesse, et pas pour la première fois, c’est au niveau du service. L’accueil est froid et la moindre question concernant le menu semble indisposer le serveur ou chef de salle… vraiment dommage, sans compter que la prise de commande n’est pas faite dans l’ordre d’arrivée des clients.