Restaurante con una mesa magníficamente extendida por un vasto jardín, con una terraza en París.
Algunos lugares te dejan soplar. Es el caso de esta casa de América Latina, creada en 1946 por iniciativa del General de Gaulle, con el fin de "hacer reunirse a los latinoamericanos y franceses y favorecer los intercambios entre Francia y las repúblicas de América Latina". Esta casa cuenta con una mesa, súper prolongada por un amplio jardín francés, que también hace terraza a buen día, lo que hace que sea aún más mágico. Este establecimiento es realmente un pequeño establecimiento confidencial, un pequeño capullo que sólo los iniciados y los fugas conocen. El chef Thierry Sylsière propone una cocina que sabe humar el aire del tiempo al no perder nunca de vista nuestras tierras. Por ejemplo, vuelve a visitar el ceviche, un clásico peruano, aportando una delicadeza muy francesa, pero también propone una sopa de potimarrón, rallada de castaña. En postre, el espejo choco/pralinado es un auténtico delicio para los amantes de chocolate. En definitiva, aquí vivirás una hermosa experiencia gastronómica en un lugar sublime que ha sido completamente repensado por el talentoso diseñador y escultor argentino Pablo Reinoso. Y nos encantó este nuevo aspecto, entre estilo clásico y modernidad. Uno sin falta de fogón.