Hermoso bistró en París que ofrece una variedad de cocina francesa, carnes tiernas, pescados y verduras para elegir.
Un hermoso bistro secular como uno lo imagina en sus sueños (bancos rojos, sillas y mesas de madera) con una cocina francesa muy bien hecha y propuestas variadas. Tomado en enero de 2013 por tres jóvenes, uno de los cuales es parisino, el segundo de Bretaña y el último de Aveyron, es un lugar donde es agradable establecerse. La elección de productos de temporada, pescado, verduras y frutas sigue siendo el sello distintivo de este restaurante con su amable y muy convivial bienvenida. La carne de vacuno está tierna a la perfección, la mejilla de cerdo estofada es igual de sabrosa, y lo mismo se puede decir del resto de la carta: foie gras casero, vieiras, confit de pato... Para los postres caseros, la elección suele recaer en los clásicos: île flottante, mousse de chocolate... Todo está delicadamente preparado y cocinado.
Bonne qualité des produits accueil convivial