EL JARDÍN DE LUXEMBURGO

Dominado por el monte Sainte-Geneviève, en terrenos que a principios ^del siglo XVII aún estaban ocupados por conventos, colegios y mansiones privadas, este jardín se extiende a lo largo de 23 hectáreas entre el Odeón (norte), el Barrio Latino (este), Port-Royal (sur) y el bulevar Raspail (oeste). Apodado el Luco, debe su nombre a François de Luxembourg, aristócrata de la rama francesa de la Casa de Luxemburgo. Fue creado en 1612 por Jacques Boyceau a petición de Marie de Médicis, viuda de Henri IV. Deseosa de abandonar el Louvre, hizo construir una residencia digna de su rango, inspirada en el palacio Pitti de Florencia. A partir de entonces, este primer jardín de 1612 se abrió ante el nuevo palacio (sede del Senado). Se dispusieron parterres simétricos en torno a una fuente central, que pronto pudo admirarse desde un doble deambulatorio que formaba una terraza a la italiana. Pero las composiciones vegetales compartimentadas, dispuestas en la perspectiva del palacio, lo convertían en un jardín típicamente francés. Hay que señalar que se necesitaron no menos de diez años para reconstruir el acueducto romano de Arcueil para abastecer la fuente. En 1635, André Le Nôtre rediseñó los parterres. Con el paso del tiempo, el jardín sufrió varias transformaciones y su superficie se redujo, sobre todo hacia el noreste, bajo el Segundo Imperio, con la apertura del bulevar Saint-Michel y de la calle de Médicis, siguiendo las directrices de Haussmann. Fue también en 1830 cuando se amplió el jardín para incluir un huerto, invernaderos, un colmenar (todavía en uso hoy en día y utilizado como colmenar escolar) y un invernadero de naranjos, que alberga plantas de climas mediterráneos y se utiliza como sala de exposiciones temporales en verano. Al pasear por las avenidas, encontrará numerosas estatuas, pero la mayoría datan de la época de Luis Felipe. Mitología griega, animales, reinas francesas y otros personajes le acompañarán en su paseo. No se pierda la fuente Médicis, el monumento a Eugène Delacroix, obra de Jules Dalou, el Museo del Luxemburgo y el antiguo Hôtel Vendôme, hoy ocupado por la Escuela de Minas de París. Aunque el Luco pertenece a la tradición francesa, su sección suroeste está dispuesta como un "jardín inglés", reconocible por sus formas irregulares, a diferencia del estilo francés, muy estructurado. Los aficionados al ajedrez encontrarán mesas regulares, mientras que los amantes de las plantas hallarán árboles que ofrecen antiguas variedades de peras, manzanas, etc. El ojo avizor podrá divisar algunas aves raras, búhos o grajillas. En resumen, ¡un jardín elegante!