Restaurante que ofrece platos originales a base de marisco y sabores locales.
Semilla está en espíritu industrial con lo que hace falta una piedra vista, tubos y hormigón lustrado para complacer a todo el mundo. En función de los productos de temporada, se elabora una bonita carta para ofrecer originales platos, que hacen honor tanto a marisco como a sabores locales. Si las porciones no siempre son bien alimentadas, se observa rápidamente que los acuerdos de ingredientes lo compensan. La partición está rota, entre las propuestas armoniosas del chef encontramos ravioles ricotta-limón, de la sopa fría de melón con mozzarella di bufala y de la cabeza de cerdo crujiente. Los nombres son encantadores, el resultado es atractivo, no lejos de ser convincente. Francamente, está en el aire del tiempo y es lo que les gusta a todos los habituales de la casa.