2024
Recomendado
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Brasserie que ofrece foie gras de pato casero.
Esta institución germano-pratense es una especie de máquina del tiempo. Su decoración Art Nouveau catalogada es original y está brillantemente restaurada. El variado menú ofrece un plato del momento cada día: vista en invierno, ala de raya, manitas de cerdo a la parrilla y bistec de falda de ternera Angus, por nombrar sólo algunos. Pero Vagenende se ha adaptado a los nuevos gustos de sus clientes. La cabeza de ternera con salsa gribiche es siempre un éxito, pero el risotto de arborio con setas también es popular. En cuanto a los postres, baba de ron, mi-cuit de chocolate, pera escalfada con especias... En resumen, ¡un valor seguro!
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Opiniones de los miembros sobre VAGENENDE
4.5/5
39 opinión
Valor para el dinero
Calidad de la cocina
Originalidad
Marco/Ambición
Servicio
Visitado en febrero 2024
Un sitio que parece típico de la zona, con unos camareros muy agradables, La verdad, no me ha gustado la comida. El Balalao pasado y el pato... bueno no se, no le veo la gracia una carne poco hecha y dura de comer.
Por suerte encontramos en la esquina de la calle un puesto donde poder comer unos gofres con vino caliente que nos alegro la noche.
Por suerte encontramos en la esquina de la calle un puesto donde poder comer unos gofres con vino caliente que nos alegro la noche.
Visitado en febrero 2024
Superbe brasserie où le service est impeccable et si agréable. De bons plats servis rapidement à un prix correct. J'y reviendrai avec plaisir. ????
Visitado en febrero 2024
Ma première fois ici et tout est impec. brasserie classique avec une bonne variété , le baba au rhum a la fin est divin.
Visitado en febrero 2024
L’atmosphère de la brasserie Vagenende est carrément historique et le service est professionnel. En y rentrant on est au 19e siècle. Les options du menu sont très classiques, vieille France, et je n’ai rien contre. C’est bien cuisiné. A notre époque, ca manque quand même de quelque chose dans l’assiette pour rendre l’experience plus mémorable, ou alors, dans le style autant aller dans un Bouillon-Chartier, qui sera un peu moins classe, un peu plus populaire mais aussi un peu moins cher.
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On y va et pour le décor et pour la cuisine. Cuisine traditionnelle des bistrots parisiens d’antan.
Un grand moment !