Restaurante de París que ofrece quenelles con salsa Nantua, una tarta con pralinés rosas y un carpaccio de cerdo.
El restaurante Chez Marcel es una institución en el barrio. Pierre Cheucle, el jefe, dejó este pronto centenario en su jugo de bistrón lisión, al tiempo que nos permitía tener un ojo en la cocina. Los carteles de antiguas reivindicaciones, cuadros figurativos, algunos libros en la región de Lionesa, se encuentran en el ambiente. Cuando llegan las quenelas de la salsa Nantua y de la tarta de pralininas rosas -siempre azucaradas, pero eso es lo que tiene éxito- se dice que no se ha equivocado de dirección. Los sabores se tiran al carpaccio de cerdo con su salsa cremosa, ajo, abrazos y cornisas. Un verdadero antidepresivo por sí solo.