CATEDRAL DE NOTRE-DAME EN PARIS

Este monumento mundialmente conocido, cuyo solo nombre evoca la capital francesa para cientos de millones de personas, es un pedazo de la historia de Francia: la catedral de Notre-Dame-de-Paris, con más de ocho siglos de antigüedad, se alza orgullosa en el corazón de la ciudad. Con casi 900 años, desde que comenzó a construirse en el siglo XII y se prolongó durante más de dos siglos, es un emblema de la arquitectura gótica. Visitada por millones de turistas, peregrinos y parisinos cada año hasta 2019, sus dimensiones la convierten en una de las más grandes del mundo: 127 metros de largo, torres de 69 metros de altura, enormes rosetones de más de 13 metros de diámetro, 75 pilares, 113 ventanas... La fachada oeste, que da al atrio, ha cambiado muy poco desde que Eudes de Sully, obispo de París, expresara sus deseos al inicio de la construcción. Desde el exterior, la ornamentación es única, empezando por el portal del Juicio Final: una obra de arte única en su género. Por el otro lado, la cabecera, formando un semicírculo, está sostenida por grandes contrafuertes, y da a una bonita plaza. Pedazo de la historia de Francia, ha sido testigo de los mayores acontecimientos del último milenio, hasta que el incendio del 15 de abril de 2019 destruyó la estructura del tejado, la aguja y gran parte del edificio. Las obras avanzan a buen ritmo, con el objetivo de reabrir en 2024: ahora se ha adelantado la fecha del 8 de diciembre.