Gay y muy "tíos", una de las locomotoras gays del barrio. El ritual es divertido: hasta las, no hay prácticamente nadie. En segundo lugar, el happy hour y tan pronto como 19 h se acerquen, la cerveza corre a flote: el bar está invadido hasta el punto de bloquear literalmente la acera durante casi dos horas, como invierno. Luego los niños van a cenar y no hay más mundo hasta el cierre. En el Cox se cruzan sobre todo tipos, quadvas o algo menos, pelo corto, musllaves, tatuajes y perforados, bronceados, de jean o de cuero. La decoración interior cambia cada tres meses - desde la granja hasta el casino. Los dj's renombrados se ejercen a las platinas todas las noches. Para aquellos que el efecto de masa no rebota, es un bar ineludible del Marais. A la hora de la punta a los agorafobos y claustrofobia, incluso en la terraza. ¡Esto es todo! Dos acontecimientos que no hay que olvidar: el aperitivo de Marche des Kazajés y sobre todo la fiesta de la Música.
Merci et à la prochaine ????