Un acogedor bistró parisino con una cocina casera tradicional y una carta de productos frescos.
En la isla Saint Louis, en el corazón de París, es un buen paseo. Pero cuando se trata de comer, no siempre es fácil evitar las trampas de turistas… En el Louis IX no hay nada que temer. Se encuentra en un auténtico bistró parisino, con cocina tradicional casera. En primer lugar, el trato es adorable, con una camarera tan agradable como eficaz. Y el chef, Gilles Bessoles, cantadal casarse con una aveyron, sabrá hablar de la isla St Louis con pasión. El segundo buen punto es que la carta es corta, completada con una pizarra con dos platos del día y dos postres, garantía de productos frescos. En tercer lugar, el pan es una varita fresca y crujiente. En el menú huele bien a Auvernia y a la región francesa. Patada de cabeza, pizarra de jamón de Auvernia y plato de salchicha de Auvernia, pero sobre todo carnes cocidas a la plancha, todas de origen francés (Aubrac, salers y charolesa). Un toque de corazón para el pavimento de rumbistec y su salsa de pimienta, pero también para el magret de pato o el tártaro. Glaces y sorbete Berthillon (a precios correctos), un must y gofres de postre. cuando oímos al chef lanzar "a mañana" a dos acostumbrados que acaban de comer, uno se dice que nosotros también haríamos bien en desayunar si vivíamos al lado.
Le service est parfait. ambiance chaleureuse. une bonne adresse à "déguster" !