La marca inglesa, aparecida hace unos años en la escena de los cosméticos, se convirtió rápidamente en una de las ineludibles del cuarto de baño. Tan colorido como ecológico, tan colorido como eficaz, Lush rivaliza con ingenio para seducir a su clientela. Todos los productos fabricados a mano están llenos de nombres evocadores, almendros y guñones como La felicidad en los Pies, un polvo desdén con hojas de noyer y limón, el Polvo de Perlimpdespin, un champú seco, o el Cereal Killer, una crema de avena, y el Derecho en los Ojos, una mascara. El olor de las frutas y hortalizas frescas, ingredientes principales de la marca, viene a cosquillarnos las urnas varios metros antes de la puerta. Cada producto, champú, exfoliante… ostenta un color vivo. ¡Nos encanta! Además, la marca se compromete a no someter ninguno de sus productos a los animales y reciclar sus macetas.