Restaurante que sirve tapas frías y calientes, paella tradicional, pescado y quesos españoles.
¡No se atengan a ese nombre! Esta institución está llena, en parte gracias a su ambiente de bodega y a los colores de España. Desde hace casi un cuarto de siglo, el lugar es similar a los restaurantes similares situados al otro lado de los Pirineos: vivo, ruidoso, abierto muy temprano y hasta tarde. En el fondo de música andaluza podrás degustar típicas tapas calientes y frías y una paella tradicional los viernes, sábados, domingos y días festivos sólo. Otra buena razón para tirar a la arena: calamares frescos fritos, piotr del piquillo, croquetas de bacalao, patatas bravas, chipirones a la plancha, te entregan lo mejor de España en una bandeja. Por último, quesos españoles o un flan en el turrón, una crema catalana o más original, el hielo Requeson con miel y almendras. Todo acompañado de un vaso de rioja o de jerez. Ya que hay una palabra en la carta de vinos: generosa, completa, llena de bonitas y buenas cosas. Hay espacio para todos, pero pienses en venir temprano los fines de semana, ya que la cocina ibérica gusta.