Restaurante con terraza en París que ofrece platos con sabores seductores y convincentes, una amplia carta.
En las columnas de la plaza de la bolsa se encuentra este restaurante cuya reputación ya no está por hacer. Con su encantadora terraza, Lacac ha sabido atraer los vendedores y los turistas con vadilla. En su bodega laberintica, la casa expone decenas de botellas, ricas por el gusto y el nombre. Aquí te sirven todo el día con una sonrisa no fingida y una eficacia a toda prueba. En el plato, las alianzas de sabores son seductoras y convincentes: flores de calabacines de cabra de cabra en rosñones, onfret de ternera salce de vino, salmonete vendimidero entero y sus patatas fritas de tomate, financiera a los seques, marquesas de chocolate negro con flor de sal y frambuesas frescas… Los menús realmente valen la pena, son asequibles y copiosos, contrariamente a la carta que muestra unos precios picante.
Je regrette l’ancienne équipe de service.
Depuis les serveurs ne sont pas au niveau et se succèdent.