Sala íntima en París que prepara platos bistronómicos y gastronómicos, un menú gourmet y varios postres.
Una sala longitudinal, intimista y un poco oscura, de la viga aparente y de cuadros abstractos. En cuanto al plato, Anthony Boucher (antiguo de Petrossian) está más desenfadado que en el pasado y propone creaciones entre bistronomía y gastronomía. Ha optado por una carta gastronómica a precios sabios: tomma de Jaboie con mosto de uva, tostada confita, bar y arroz negro venerado, topinambor de crema y hadatrik ahumado, vieiras vieiras y pesto con albahaca… Antes de terminar sobre la pera confita (pera, mousse al mascarpone y vainilla, helada de hibiscos) o para los más golosos el chocolate (espuma onduladora, ganador chocolate y teja al grué).
J'oubliais, les tables sont très rapprochées les unes des autres (optimisation maximum de l'espace), donc zéro intimité.
Tellement dommage tout ça !