VILLA PAPILLON
Restaurante que ofrece un menú basado en recetas típicas y renovado con las estaciones.
En primer lugar, se echa en falta admiración ante las plantas y materiales básicos que conviven en perfecta armonía, recordando un poco los bares de las playas tailandesas. El viaje es inmediato. La carta, basada en recetas típicas y renovadas a lo largo de las estaciones, reserva buenas sorpresas. Sucumbir a la sorprendente entrecuda marinada al whisky y salsa a las lágrimas del tigre, que sin embargo pediría ser relevada para una explosión de gustos, o al batido tailandés salteado a los camarones, verduras y salsa tamarin. Para el postre, puedes ir al nem con chocolate y helado violeta o al flan tailandés con jazmín y hielo coco. Para una velada entre amigos, el surtido de tapas tailandesas está recomendado y permite hacer la cocina aún más acogedora; acompañado de una buena botella, procedente de la bodega que propone vinos de todo el mundo.