Restaurante coreano en París que ofrece una carta de pasteles tradicionales coreanos hechos con pasta de judías rojas.
Detrás de una fachada de madera clara original, se esconde un restaurante coreano llevado por verdaderos coreanos. En el interior, un ambiente bastante acogedor y una acogida supletoria, aunque a veces resulta difícil comunicarse con los servidores que no hablan realmente francés. La carta está bien suministrada. En cuanto al contenido de los platos, es igualmente agradable. En la entrada del tofu frito frío con una pequeña salsa agridulce y acompañado de col picante es una buena puesta en la boca. Al siguiente, la barbacoa de cerdo/calamar es un conjunto agradable, igual que verduras fritas en entrada (equivalente del tempano japonés) o el guiso de kimchi y tofu servido en una olla de fundición. Los amantes del bibibap, este gordo plato de piedra muy caliente de arroz, de huevo, de carne, acompañado de arroz y de pequeñas verduras servidas en pequeños platillos, es un delirio. Sin embargo, si no has conservado el espacio para los postres, no es el mejor de la carta, el pastel tradicional coreano a base de pasta de frijoles rojos, un poco goma, es sin duda lo que más te preocupa.
On ne cuit pas nous même les viandes..
Pour le poulet je peux comprendre pour des raisons sanitaires, mais pour le boeuf ??
Serveurs pas très aimables et ambiance un peu gênante
La personne qui nous a accueilli dans le restaurant était parcontre très gentil
보쌈을 이렇게 맛없게 만들기도 어려울듯.