Restaurante bistró que ofrece cocina de estilo sureño en París.
Este bistró para endemonias alertadas es un verdadero pie de nariz a los ojos, es un inglés, Marc Williamson, que es el propietario y acaba de celebrar sus 30 años de éxito. En esta ocasión, la sala se ha ofrecido un lifting para una sala más luminosa, salones acogedores. Los vinos son siempre los mismos, y se cae bien, nos gustan. Muchas de Rhône, la pasión del jefe, pero también algunos pepitas de otras regiones. Para acompañar la degustación, confía en el chef, François Yon, que mita con brillantez una cocina con acentos del sur. Cigarros de berenjenas confitados al magret ahumado, aceitunas Taggiasche y tomates secados, alcachofas piborrachrade en ensalada tibia y huevo bio polado, pavimentado de ternera granjero con limones confitados y jengibre, olla de pescado en calabaza minuto transportada directo al sol. Antes de dirigirse al azucarado, y en particular a la terrina de chocolate amargo, permiten una parada de queso, son firmados por Marie Quesston.
Les vins - …c’est à la base de leur bar à vins(!) /restaurant: ils n’ont pas su nous renseigner.
Les plats: froids et l’accompagnement (une sauce) a été servie à la fin du repas.
La bouillabaisse a été servie avec deux petites mini tranches de courgettes huileuses et froides et un mini morceau de céléri dur (!). C’est tout.
Le canard (froid!) a été servi avec des carottes crues oui: crues.
Service arrogant et peu efficace.
Ce joli lieu a beaucoup changé.
J’y retournerai: NON … et la communication écrite sera faite!
Cornélia