Cómo llegar y contactar
Brasserie parisina que ofrece cocina tradicional francesa, una carta de carnes y pescados.
Esta brasserie parisina típica de los Halles (zinc, lámparas Art-Deco, papel pintado con bonitas agrupaciones de uva…) hace más de 80 años que acoge toda la noche los gestos y los epicurios. La bien llamada Poule au Pot hizo de esta especialidad (que Henry IV quería poner en las mesas de sus súbditos el domingo a mediodía) su plato emblemático. La reputación de este mítico establecimiento ha recorrido el mundo y, como el libro de oro abierto en 1980 por Bernard Lavilliers lo demuestra, los artistas más grandes han tocado aquí (Sinatra, los Stones, Prince, o Coluche). Pero la Poule au Pot es también un puro sumergido en la gastronomía francesa tradicional, como le gusta, generosa y gomanda, poniendo en honor nuestra región. A la carta se rebosan grandes clásicos: huevos cocota con foie gras, sopa gratinal al vino blanco, terrina de Borgoña, camembert frit, gallina con arroz salsa suprema, riñones de ternera con crema de mostaza, filetes de ternera con crema de mostaza, filetes de salmón con crema de mostaza, filetes de ternera con crema de mostaza, filetes de salmón con mantequilla blanca y champán o tarta de señoritas. la crema o flamencos con calvados. Aquí se viene a rizar con una sola consigna: " En estos lugares donde se reúnen los testimonios más diversos, comparten el mismo apetito ".
Opiniones de los miembros sobre LA POULE AU POT
Service agréable à part un responsable de salle un peu « excité » et très très malaisant…
Dining here didn't feel like just eating out at a good restaurant; it felt like a cultural immersion, a way to experience the essence of Paris through all your senses. La Poule au Pot stands out not because it tries to be different, but because it embodies something timeless and genuine, something that can only be felt and is hard to put into words.
Note: We visited with our 1-year-old daughter and initially found the cozy setup a bit challenging to navigate. However, once we settled in, my wife and I thoroughly enjoyed our time – and so did our daughter, who seemed to really like the food!