Restaurante situado entre el Louvre y la Ópera que ofrece un menú que cambia según los productos de la temporada.
Con su ubicación ideal entre el Louvre y la Ópera, en el corazón de un nuevo hotel con mucha distinción y calidez, este distinguido restaurante es un verdadero lugar escondido, bien redecorado, entre hermosas luces y espejos, sin olvidar algunas fotos guiñando el ojo. En el plato, disfrutamos de una cocina a los precios adecuados para el lugar, ¡y qué calidad! El menú evoluciona en función de los productos de temporada y de la creatividad del chef. En el momento de nuestra visita, habíamos disfrutado de un huevo cocido con espárragos verdes y crema de parmesano, antes de pasar a un plato de pollo con morillas y salsa suprema. Y de postre, recomendamos los profiteroles de chocolate de la Maison Cluizel!