Bistro en París que ofrece un menú corto de productos frescos, platos sabrosos y un almuerzo de verano.
Braden Perkins y Laura Adrian se han ganado a los anglosajones y a una clientela que aprecia la cocina inusual con este bistró. El menú es corto, basado en productos impecablemente frescos. Es más largo para la cena. En una larga sala, con mesas de mármol y suelos de parqué, los comensales degustan platos sabrosos y bien preparados, entre ellos, como entrante, el inevitable pollo frito bañado en leche de ribot. En un estilo más hexagonal, podrían continuar con un almuerzo de verano con una mejilla de ternera-manzana-topinambour o un pato-remolacha-ciruelas rojas. Originales composiciones dulces, como este tira-millefeuille-mascarpone-café-cacao.
Un personnel a l’écoute et disponible pour nos demande.
Mention spéciale pour le soufflé au poire. Meilleur dessert que j’ai mangé.
Un cadre très chaleureux digne du quartier Palais Royal.
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