Restaurante con una decoración elegante y parisina y una bonita terraza, cerca del Forum des Halles.
Decoración chic y parisina para esta brasserie a dos pasos del Forum des Halles, y que se beneficia de una hermosa terraza entre Rivoli y el Canopée, realzada por un espacio extra en los aparcamientos. La cocina es clásica y está bien hecha. Muchos estándares, pero bastante bien sentidos, y servidos con energía por un personal vestido de forma moderna y original. El día que lo visitamos, los raviolis con crema de trufa estaban finos y aireados, como debe ser. Mención especial merecen los copiosos aperitivos para la hora del aperitivo. En definitiva, una dirección que no es una trampa para turistas, lo que supone un cambio en el hipercentro parisino