Cantina en París que prepara ramen, especialidades de la casa, verduras, gyozas...
Este japonés es uno de los últimos de la calle Sainte-Anne, pero no se olvida de ello: esta cantina tiene el precio. La sala es muy clara gracias a los grandes ventanales y decorada con cuidado en los tonos de marrón. Los ramens (sopa de pasta fresca japonesa en un caldo de cerdo hecho casero) son las especialidades de la casa. Se sirven frías en verano o con gambas y verduras, las algas marinas, el cerdo con sabor de soja fermentada, etc. Los gimnasios (raviolis de cerdo y verduras al vapor y a la parrilla) hechos a mano y servidos por seis, consiguen un buen éxito gracias a su farsa sabrosa y su pasta bastante crujiente. Los servidores son sonrientes y esperados, lo que no hace nada.
Les ramens sont copieux
La rue très sympa avec de nombreux autres restaurants