Lugar romántico en París que ofrece comida china, algunos platos vietnamitas y especialidades de la casa.
La cálida bienvenida de Vai Kuan Vong y de su esposa, originarios de Shanghai, la autenticidad de su cocina y, quizás la posibilidad de cruzar una cabeza conocida (al menos en el libro de oro que hay que consultar absolutamente) hacen de este lugar un lugar mágico y alegre, romántico y refinado. Los bosques y esculturas antiguas, las cerámicas pintadas y las mesas magníficamente elaboradas acaban de convencerte en una decoración del sótano gótico: ha cambiado de época y de países. La cocina es esencialmente china, aunque se proponen algunos platos vietnamitas. La carta es corta, todo es casero y está al mando. Entre las especialidades de la casa se encuentra el auténtico pato lacado en la pekinoise presentado en dos servicios con su increíble piel crujiente, la pularde poularde Bresse lacada por encargo para 2, el filete de buey a la sichuanaise o la ensalada de bar con hojas de loto. Se termina con frescor con el helado de rosquilla o los frutos con caramelo. ¿El secreto del éxito? Una selección meticulosa de las materias primas con productos de excepción del territorio francés: pato de Bretaña, Santiago de la bahía de Brieuc… Cerise sobre el pastel: 700 referencias de vinos… Y la participación del chef en el festival de Cannes 2011, donde esculpió un Buda en mantequilla…
(Avis d'origine)
I had the chance to celebrate my birthday there ; the place is very well decorated and service extremely nice and professional. We ordered two pekin ducks that were sliced in front of us to be eaten in crepes, and the rest of the meat was then served with rice. We also ordered dumplings which were all very good. Definitely recommend this restaurant that feels authentic.
(Avis d'origine)
Great duck.
(Avis d'origine)
Wow, what a way to start our vacation in Paris on a whim! The food was phenomenal, and as terrible Americans, we don’t speak any French, and the host and staff were SO friendly. Some of the best Asian food we’ve had in Europe!
Nous avons commandé un canard laqué pour 4 et avons été très déçus(samedi 18 novembre). Le service est lent distant et sans explications. Deux services et non 3. Il manque le bouillon. Il manque le cœur et la chaleur. Il fait froid nous sommes à côté d’une fenêtre cassée, à l’écart. On ne vient pas nous voir. On attend. Les dim sum à partager en entrée sont vite avaler. On patiente. Personne ne vient prendre de nouvelles ni même expliquer le temps nécessaire à la cuisson du canard laqué. Faut il dire que nous avions indiqué à la réservation notre intention de déguster un canard laqué ? Nous venions chez Vong pour cela ! Nous avons quitté le restaurant déçus presque fâchés avec l’impression d’avoir été floués. Beaucoup beaucoup trop cher !