LE BAR FLEURI
Todo el día es el vals de una clientela de acostumbrados que podrás convivir. Obreros, ejecutivos, artistas y estudiantes, todos se encuentran en este pequeño bar anticuado para charlar o comer alrededor de un godet. Auténtico y anticuado, ya que el embaldosado mural florido, las cortinas de encaje, los manteles rojos y blancos de azulejos han permanecido como en años. Un bar típico de la vida de barrio. Por un lado, parece un episodio de Maigret (que a veces se veían muy cerca, en los míticos estudios vecinos de la MFP). Además, a la vista de los objetos de decoración (máquina de escribir, biblioteca, libros seculares y pipa de bruja), Simenon puede haber pasado. En cuanto a la cocina, Celeste, que lleva cerca de 40 años, te llevará sin pretensiones sus platos: buey de borgoña, anguila y repostería casera. De la pura felicidad parisina a pocos gastos.