HÔTEL B MONTMARTRE * * * *
Un anfitrión que equilibra la modernidad y la belleza con habitaciones amplias y personalizadas, jardín y zona de bar.
Este hotel merece aún más que su nombre, tanto el lugar como las prestaciones. Elegancia y refinamiento, calma y voluptuosidad, añadiría Baudelaire… El vestíbulo de recepción ofrece la nota: mostrador en curva casi cancive, cuadros y lámparas atemporales, suave luz dictada por un efecto marrón de paredes. Las habitaciones son amplias y luminosas y están decoradas de forma individual (disposición, mobiliario con sillas envolventes, fotos sugerentes para algunos como la de David Lachapelle). Los cuartos de baño también están diseñados para un bienestar total, en la habitación Privileña, son de mármol o de emales de Murano con ducha italiana, pero todas encontrarían su lugar en una revista decorativa… Un jardín habitado de hierres, beis y jazmín, donde algunos robles y palmeras darán a los buenos días una sombra muy agradable, es un auténtico lugar de descanso que prolonga el "discreto" espacio bar y relax donde se puede tomar el desayuno, una copa durante el día y degustar algunos pasteles… Una apuesta poco común: el equilibrio entre la modernidad de todos los equipamientos deseada por una clientela exigente y la belleza del lugar pensado para vivir.
Great location for many things that are close by and very close to both buses and metro.
Japanese style toilet and impressive coffee making facilities too.
Je pense que c’est le meilleur petit déjeuner que je n’ai jamais mangé dans un hôtel, très frais et bon
Je recommande amplement cet hôtel