Dirección parisina que prepara platos con productos agradables y bien trabajados, una hamburguesa y postres.
El gran juego es quién es Karl y Erick. Los dos gemelos son de hecho difíciles de distinguir entre sí. Karl estaría en la cocina y, por tanto, Erick en la sala,¿o es lo contrario? En cualquier caso, en una decoración contemporánea, con falsas aires de bistró moderno, han sabido crear un ambiente clásico y refinado. A imagen de sus platos, organizados alrededor de bonitos productos, bien trabajados, pero que no hacen léter la tarjeta azul. Como prueba, este gratificante de berenjena y mozzarella, esta hamburguesa de foie gras con cebolla y limones confitados, esta paleta de ternera reñida con las especias, esta pastilla de boudin negra y manzana granny smith o este atún rojo en la pistola y espárragos verdes. Por último, una crema caramelo con naranja "estilo Karl". No olvidemos la carta de vinos, con más de setenta referencias. En resumidas cuentas, en gran medida para encontrar su felicidad.
A faire si vous êtes dans le coin ou de passage.
C’est toujours un plaisir de retrouver la table des jumeaux Karl et Érick ! Au-delà de l’accueil et du service aussi sympathiques qu’efficaces, c’est la qualité de la cuisine qui vous donne envie de revenir goûter les propositions d’une carte qui se renouvelle en permanence autour des produits de saison.
Fidèle, fidèle, je vais rester fidèle…