Brasserie en París que ofrece carne, pato, pescado y caracoles.
Barra de mármol, paneles de madera, cristales grabados, ambiente de 1900 y servicio de mesa de pedestal: la decoración y el ambiente de esta brasserie harán las delicias de los amantes de la autenticidad. Al igual que el menú, que ofrece felizmente una serie de platos de estilo bistró con un clasicismo asertivo y firme. Por ello, no sorprende ver arenques marinados en aceite y un filete de ternera de Salers, foie gras de pato casero y lenguado meunière acompañados de puré de patatas con mantequilla semisalada, seis grandes caracoles de "l'ami Georges" y mollejas de ternera crujientes. De postre, un baba de ron ámbar o pequeños botes de crema a la antigua (vainilla, café...). Nada más que bueno.