Restaurante en París que sirve bruschetta, platos con bellos sabores y postres.
Bernard y Catherine tienen el sentido de la acogida y el cálido calor mediterráneo al cuerpo. Su restaurante está muy a menudo lleno de ganas, ya que los italianos no faltan. Una bonita fachada verde, algunas mesas en la acera tomas de asalto desde los primeros rayos del sol dan ganas de plantearse sobre todo si tienes unas magníficas vistas al Arco del Triunfo. En el interior, las paredes de colores safranados se adornan con grandes espejos y cuadros modernos. A la carta todo huele bien a Italia. La bruschetta, servida en forma de un surtido de tojos garnis, puede bastar para los pequeños apetitos. Entre los platos con bonitas sabores el carpaccio de atún con semillas de sésamo y el piccata de ternera de limón. Sin embargo, los incondicionales de la pizza no tienen más remedio que elegir entre una quincena de propuestas entre 12 y 17 euros. La pasta es crujiente y la cocción es bastante generosa. En postre, no se corta el eterno tiramisú, sino helados, tartas y otras celebraciones encontrarás también su lugar en el mapa.
Mais trop bruyant; les clients réguliers sont comme chez eux et s'interpellent entre les tables, on ne s'entend pas et les propriétaires ne disent rien ! à éviter si vous souhaitez manger au calme.