Tradicional trattoria parisina que elabora carpaccio de ternera, todo tipo de pasta, pizzas y tiramisú.
La dirección parece más a un loft neoyorquino que a una trattoria tradicional, sobre todo porque su fachada ha conservado la palabra panadería escrita en letras de oro. La gran altura del techo, las paredes de ladrillo, los grandes banquetas rojas y las lámparas con pequeñas botellas de "bitter", así lo demuestran. En cambio, en el plato, sin duda y sin sorpresa, se encuentra el universo de esta Italia que reaviva las papilas tan pronto como se enumera la carta. Y aquí del clásico clásico: carpaccio de buey, pasta de todo tipo, escalopes milanesas, pizzas, tiramisú… Pero también algunas almejas salteadas con ajo, perejil y vino blanco o una fritura de calamares con calabacines y cigalas de buen mantenimiento. No se puede saltar en el techo, pero es muy correcto.