LA TABLE LAURISTON
Elegante bistró de París que sirve platos generosos y sencillos con bellos sabores.
Una decoración refinada, sillas cómodas drapeadas en bonitos tejidos y mesas elegantemente puestas, no hay duda de que estamos en un bistró elegante. En el plato, en cambio, se trata de la generosidad y la sencillez: escalopes de foie gras caliente a clementinas confitadas, blanco de rodaballo y su atropello de patata con trufas negras de Périgord, baba al ron gigante, pastel fina a las manzanas, etc. No hay ningún tipo de preocupación, pero el ambiente es un poco frío, resultado la decoración y el servicio no conducen a la convivencia. El otro problema: los precios. La cocina es buena y el entorno agradable, los importes indicados en el mapa son un poco excesivos. Hay que estar en el 16 º distrito, no es una excusa…