Lugar de aspecto agradable que ofrece especialidades tradicionales perfectamente ejecutadas.
Siempre tiene el aspecto de oveja Blanca. No se cansa de las antiguas piedras, pintadas de oro y cobre, retratos de comensales de renombre, mesitas redondas y sillones coquetos, salas íntimas para ocasiones especiales o banquetas y mesas para todos los días. En el plato, las especialidades son de una tradición perfectamente ejecutada y sin tapa de ojo. Las ravioles gratinados de Delfado, los huevos poados en la borgoña a la borgoña o el bloque de foie gras de pato al natural, juegan las introducciones "locales" mientras los platos se encadenan: magret de pato del sudoeste con su salsa miel y frambuesa, riñones de ternera gruñalados, onglet de ternera asado con chalotes confitados, para que satisfaga todos los carnívoros. Para terminar tranquilamente con una nota sucreación, la casa propone una isla flotante en el pralinín, una crema quemada con cassonade y vainilla borbosa, así como una ondulada musca de chocolate Guanaja.
Merci à l'équipe.
Les ravioles pas de goût toutes molles tellement de béchamel que l ' on ne voit pas ce que l ' on mange.le pire de tout c ' est que sur la carte il précise frites maison alors que c ' est congelé
Quand je le dis au server il me dis oui Mme c ' est du maison.alors OK tout compris mais c ' est quand même 39 euros donc pas donné et sans saveur.je recommande pas