Restaurante en un palacio parisino que ofrece una cocina basada en productos franceses.
El Arco está muerto, viva el Victoria 1836. La decoración estilo restaurante del Palace parisino está firmada por Sarah Lavoine. Se ha ampliado el lugar, los techos altos para aportar una nueva dimensión a la sala. En suelo de moqueta geométrica, en las paredes de madera, grandes espejos, y terciopelo a los sentados para un ambiente refinado y atemporal. Alexandre Auger, segundo de Yannick Alleno en Meurice, está a la cabeza de las cocinas. Su inspiración proviene principalmente del producto francés que abre a sabores llegados de un poco por todas partes: tataki de atún rojo, mayonesa con miel y wasabi, king prawns salta a las especias shishimi, fideos soba y para acabar tarta de limón kalamansi, merga ádula e. Este joven chef, hijo de carnicero, presta una atención especial a la carne que sirve. A la carta hay varios trozos de buey (almendra, onda, filetes, costillas o entrecudos), así como costillas de ternera o chuletas de cordero. El Victoria también sirve desayunos, se convierte en salón de té por la tarde y abre su bar todo el día. ¿Por qué 1836? Es simplemente la fecha en la que se puso la primera piedra del Arco de Triunfo.
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
Opiniones de los miembros sobre VICTORIA 1836
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
Il a fallu supplier pour qu’on prenne notre commande. On nous dit qu’il n’y a plus de carpaccio, on patiente… pour au final ne recevoir que 2 entrées sur toutes celles commandées. Les plats sont arrivés à 1h30 du matin après plusieurs menaces de partir. Seulement 3 plats sur 5 ont été servis — on nous annonce alors que les cuisines sont fermées, alors que le retard vient d’eux.
Et ce n’est pas tout. Nous avions commandé des virgin mojitos, mais ils contenaient clairement de l’alcool. Le serveur, condescendant, les goûte devant nous et nie, refuse de les échanger jusqu’à ce qu’on se déplace au bar. À aucun moment nous n’avons été écoutés ni respectés. Le personnel parlait mal, aucune prise de responsabilité, et impossible de voir un manager malgré nos demandes répétées.
Cerise sur le gâteau : quand nous sommes allés à l’entrée pour parler à un responsable, le serveur nous a suivis comme si on allait partir sans payer. Un comportement humiliant, irrespectueux, et raciste.
Je ne pardonnerai jamais cette soirée. Mon anniversaire a été gâché. Ce lieu ne mérite ni votre temps ni votre argent.
Encuentre ofertas de vacaciones únicas con nuestros socios
Ma femme dont c'était l'anniversaire à passé une très agréable soirée.
Cordialement,
Pierre FULGONI