Cocina siciliana elaborada con buenos productos para degustar en un sobrio restaurante con terraza.
Giuseppe Messina se instaló para hacer descubrir la cocina siciliana. Hijo de restauradores en Cefalu, aprendió muy pronto lo que la calidad y los buenos productos querían decir. Un marco sobrio, una primera sala con un mostrador, una segunda abierta en la cocina. Una pequeña terraza para el buen día sabe hacer lo mismo. La cocina es siciliana, pero el chef sabe poner algunos toques de originalidad para alejarse de las otras trattoria. La gran entrada mixta es típicamente siciliana, la pasta a las berenjenas salsa de tomate, albahaca fresca y ricotta siciliana también y el pastel relleno de ricotta lo es igualmente. Está bien presentado, es inventivo y se realiza con productos frescos. Cuidado, a menudo es completo, la reserva es muy recomendable.
Mais hier soir ce n'était pas du tout à la hauteur.
À peine un bonsoir quand nous sommes rentrés dans le restaurant, on nous a fait changer de table après nous avoir installés et nous avoir fait patienter un long moment.
Cafouillage en cuisine, les spaghettis (sans goût) sont arrivées lorsque nous avions fini les plats.
Et comme dans beaucoup de restaurants parisiens, il y a 20 tables dans 20m2 donc on dîne sur les genoux de son voisin.
Seuls les vins et le tartare de thon (délicieux) sauvent la mise.
L'addition quant à elle, était plutôt salée.