SAN FRANCISCO
Restaurante italiano en un ambiente acogedor que ofrece pasta artesanal.
Este restaurante italiano no data de ayer. Un tal Pietro Berdondini lo creó en 1948. Desde entonces, la decoración ha cambiado manteniendo un ambiente acogedor y un lado burgués que hoy parece un poco anticuado. A pesar de todo, sigue gustando a una cierta clientela del barrio, pero también a la gente de los medios de comunicación, del cine… Carlo Bianchi lo reanudó en 1979. Ha mantenido la tradición culinaria italiana al tiempo que la pone al día. ¿Qué hace su fuerza? La regularidad y la calidad. Las pastas son caseras en la mano, los platos están lloviendo, los pescados se entregan cada mañana, la carne se coge a la plancha y los postres también son caseros. Una mención muy particular por la sartén de gambas a los frutos de la pasión y al jengibre y su fondue de enconadas. ¡Un simple delirio! Entre las especialidades, las lonjas finas de ternera braseadas con salsa de atún son ineludibles. Ni siquiera se cansa. En postre, la sopa de pomelo de la infusión de miel a las cuatro especias es ligera y explosiva.