Un restaurante con un toque exótico en un ambiente discreto y silencioso.
Es un enclave deprimente donde las mesas se articulan alrededor de la escalera que conduce a las cocinas en un ambiente discreto y acogedor, sobre todo por la noche. Madera, bambúes y espejos decorados plantan la decoración, dejando el encanto asiático. En la mesa se aprecia la sopa de pollo con leche de coco, muy original, las gambas a los 3 perfumes (litronelle, bergamota y pimienta verde fresca) con placa calentante o sellos de cebolla. En postre, el flan tailandés acompañado de sorbete de coco es perfecto. En cuanto a los vegetarianos, disponen de una carta elaborada especialmente para ellos. Una sala en el sótano con una zona de plantas verdes y una pequeña fuente es de lo más agradable en grupo.
Then the restaurant dude is very very annoyingly intrusive who pushes you to buy stuff you don’t want.
When I told my pad Thai with prawns is not at all spicy and sent it back, he brought it back with a sprinkle of chilli & spicy oil. That made it even worse.
We ordered shrimp soup with boils rice, he gave us sticky rice that killed the taste of soup which was slightly better.
We got a bill of 115 euros and we had to to end up buying noodles from supermarket to eat as dinner.
Franchement décevant mais en plus Hyper cher !!!
Continuez votre chemin …. Quelle déception
52€ qui ont fini à la poubelle après nous avons gâché la santé