VILLA TOSCANE
Hotel-restaurante con habitaciones diferentes y decoradas, posibilidad de degustar la cocina del chef.
Hay que atreverse a empujar la puerta de este hotel-restaurante totalmente desfasado pero tan romántico e íntimo. Sólo 7 habitaciones, todas diferentes, con una decoración muy recargada que los hace parecer como tiendas de bonito. Por otra parte, los muebles han sido rescatados, lo que da una atmósfera indescriptible entre la casa de familia y el ático de la abuela. Las paredes están cubiertas de colgaduras floridas, cuadros y fotos envejecidas. Enamorado del diseño depurado, huyen rápidamente… Sin embargo, las camas de hierro forjado son muy cómodas con sus edredones y almohadas. Se puede comer in situ en una sala que se parece al resto del establecimiento. La cocina del chef es una pequeña maravilla. Y para estancias más largas, Christel alquila tres estudios de 20 m 2 en el distrito 6 (500 euros por semana, 1.600 euros por mes).