Brasserie parisina que sirve una pizarra de productos de mercado seleccionados con una buena relación calidad-precio.
Una cervecería parisina con un sello como los amados, con su lado retro de los años 30, "se quedó en su jugo", como se dice pero que vive con su tiempo. El chef Mickael Mac Laine compone su carta mensual en función de las estaciones, mientras que la pizarra del día se define con arreglo a los productos seleccionados en el mercado: berenjena asada, crema de cabra al albahaca; filete de lata asada, zumo cortado, filetes de macarrones con hierbas y para terminar con una bonita pesca con verbena, mascaratra vancante, brunch blanco. Está bien cocinado, es bueno y se sirve con una gran sonrisa incluso tarde por la noche. Una selección fina de vinos casi todos generosamente servidos al cristal. Una relación calidad-precio como en esta esquina del 15 º. Como cualquier fábrica de cerveza, el espacio puede ser un poco ruidoso en las horas de afluencia. Por último, saludamos la acogida reservada a las personas con movilidad reducida, todo aquí se ha pensado para recibirlas. Una buena iniciativa, aún demasiado rara en los restaurantes.
치킨샐러드도 맛있고 파스타도 맛있었음.
너무 맛있게 잘 먹었는데 마지막에 나온 털이 입맛을 뚝 떨어지게 함..... 거의 다 먹고 발견했음...
영어만 잘했다면 바로 따졌을텐데... 음식 남기고 옴
그리고 야외는 분위기는 좋지만 담배 냄새가 때때로 풍김. 야외 테이블은 재떨이가 구비되어있음