Restaurante con terraza en París que ofrece cocina creativa, platos contemporáneos y postres.
Un marco de diseño y confortable, una bienvenida agradable, una bonita terraza. Todo esto no es más que refinamiento. Hasta ahora son muchos los que presentan estas ventajas. Excepto que aquí hay que añadir una cocina creativa que hace mosca al no dejar a nadie indiferente. Platos en el aire, como el velouté de berro, huevo mosaico crujiente, zanahorias desheladas en el balsámico, avellanas torreficadas, o el torero forma accras, puré de abogado, frescura de papayas y rayos negros, sorbete de pomelo que precede a la rapeta Romesco, cocos de Paimpol, tomates confitadas y dulces emulsión, caviar limón o el entrecote Aubrac a la plancha (350 g), manzana puré, compotada de cebollas rojas. Los postres no se quedan con una excelente verrina de coings, musgo blanco y limón verde, crumble de sésamo y helado vainilla. No obstante, conviene reservar, sobre todo si estás en período de grandes afluencias en el cercano centro de exposiciones.
Service très attentif et prix très modérés pour la qualité.
Je recommande vivement