Bonita dirección con terraza en París que ofrece raviolis de foie gras y varios postres.
Pasando la terraza generosamente climatizada en invierno, se entra en un espacio acogedor y refinado, acondicionado con gusto en una variedad de tonos marrones y ocre. Podrás instalarte con gusto en los sillones rojos flanqueados por pesadas cortinas y madera. La carta lleva su pequeña alfombra roja y dibuja en tus labios las sonrisas. Las ravioles de foie gras y consumidas de setas se sirven en un guiño, el pequeño bar entero asado en el horno, con hierbas de Provenza y hinojo, con una manzana de vapor. Es aconsejable guardar un poco de apetito para el tiramisú en la castaña o -el corazón de nuestro equipo en nuestra visita- tarta de fresas y pistachos tostados. Un bonito establecimiento, un poco caro, pero que sigue siendo muy recomendable.