Bistró parisino que sirve un plato variado con un gran clásico, fresco y justamente condimentado, especialidad de la casa
Una fachada de bistró parisino, una decoración interior sencilla con piedra vista y mobiliario contemporáneo. Nada de realmente libanés, si no es el mapa del país del cedro y algunas fotos de lugares ineludibles en forma de invitación al viaje. Esta dirección es el resultado de una bonita historia familiar que dura más de 40 años. Es un verdadero viaje gustativo en un país llamado Suiza de Oriente Medio. Se empieza nuestro viaje por una base variada (humus, moutabbal, taoulé, falafel). Del clásico clásico, claro, pero fresco y justo. En segundo lugar, ve a la especialidad de la casa: el plato Baladna (tres brochetas de parrilladas cordero, pollo y kebats), bien servido y goloso. El chef también prepara un plato diferente cada día. En postre, el famoso mouhalabieh, un postre a base de leche y a la flor de orar, siempre muy fresco y agradable, aportará una bonita puntuación final a la comida. El personal es de cuidados y todo es casero.
Sympa
Liqueur et dessert offert à la fin du repas
Pour les plats principaux, il manquait de délicieuses sauces pour compléter le tout (était ainsi un peu trop sec), les murs étaient un peu détrempés/humides, et le temps d'attente était comparativement long, environ 40 minutes.
Sinon, dans l'ensemble, c'était une expérience délicieuse, amicale et agréable !