Restaurante que ofrece una cocina vietnamita aromática, generosa, auténtica y fresca.
En el distrito 13, donde todos los restaurantes asiáticos se tocan, es difícil distinguir entre los buenos, los malos y los malos. Es cierto que el boca está funcionando, pero no basta. Éste en el barrio de la Butte-aux-Cailles está un poco alejado de sus congéneres y mucho más caro, es su principal defecto. Es cierto que los patrones han hecho un esfuerzo en la decoración bastante refinada y en la presentación de las mesas, pero no siempre basta. La cocina vietnamita está perfumada, generosa, bastante auténtica y fresca. Los bo-bun, bo-cha y otros están bien surtidos, la sopa de raviolis a los camarones es rica en raviolis, el cangrejo está realmente bien surtido, la ensalada papaya verde a los camarones es rica en… camarones. En postre, la leche de coco caliente con tapioca y semillas de loto es bastante sorprendente.
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