Casa típica marroquí, muy popular en el barrio, donde se puede disfrutar de una cocina auténtica y refinada.
Sobre todo, nos sorprende la decoración que esconde un frente algo polivalente: ¡escapada total en esta casa típicamente marroquí, espacios amplios, estamos allí! Así que nos sentamos en bancos, comemos en mesas de bandejas de cobre y los camareros se visten de la manera tradicional. No hay escasez de clientes habituales, ya que la dirección es muy popular en la zona, que tiene muchos restaurantes asiáticos y bares de moda. La cocina está a la altura de las circunstancias: auténtica y refinada. El cuscús es muy real, la sémola es fina, la carne es de alta calidad. El tagine de cordero con guisantes es un éxito, al igual que la pastilla de paloma o pollo. Hay que tener un pequeño espacio para la repostería marroquí, una delicia. A lo largo del Ramadán, Sirocco cobra vida al atardecer con un menú único y entretenimiento musical. Abierto a todos.