LA PLAZA DE LA BASTILLA
Un importante cruce de caminos para acontecimientos como mítines políticos o sindicales, conciertos, bailes...
El 14 de julio de 1789, cuando sólo quedaban siete prisioneros en la fortaleza de la Bastilla, los revolucionarios la tomaron y la multitud se levantó en armas. El edificio medieval fue destruido el 15 de julio. Su contorno aún puede verse gracias al pavimento especial de la entrada de la calle Saint-Antoine y el bulevar Beaumarchais. En 1801, Napoleón se interesó por esta parte de la ciudad y acondicionó la plaza en torno a una gigantesca fuente en forma de elefante, cuya base fue diseñada por Alavoine. Para conmemorar las jornadas insurreccionales de 1830, la Cámara de Diputados decidió erigir en 1833 la Columna de Julio, obra de Alavoine, para gloria de los ciudadanos que se armaron y lucharon para defender las libertades públicas. Se alza sobre la base de la antigua fuente, que contiene los restos de más de quinientas víctimas de las revoluciones de 1830 y 1848. En lo alto se encuentra una estatua de bronce dorado de "El genio de la libertad", obra de Dumont. Importante hito histórico, la plaza sigue siendo un popular punto de encuentro para manifestaciones populares. En los últimos años, la plaza ha sufrido una importante remodelación, pues los coches ya no pueden rodear el obelisco, sino que ahora tienen que rodearlo por el norte. En lugar de una cala, hay una amplia plaza, carriles bici y una apertura hacia la dársena del arsenal, a la que hasta ahora era difícil acceder. Y como el tráfico es un tema espinoso en París, ¡hay pros y contras!
Bien évidemment la colonne domine tout, mais les traces de la Bastille sont encore "visibles" au sol, en effet, quelques traces au sol permettent de visualiser l'emplacement de l'ancienne prison. Historique je vous disait!
Super !