ASSOCIATION POUR LE DROIT DE MOURIR DANS LA DIGNITÉ

La Asociación por el Derecho a Morir Dignamente, presidida por Jean-Luc Romero, consejero regional de Île-de-France, fue creada en 1980. No defiende el derecho a morir, sino que cada persona pueda elegir las condiciones de su final de vida de acuerdo con sus deseos. La ley Leonetti cumplía dos de sus exigencias: luchar contra el dolor y negarse a permitir cualquier otro tratamiento. Pero en el caso de la ADMD, la ley no va lo suficientemente lejos, porque protege al médico, pero no los deseos del paciente. La ADMD defiende la eutanasia activa y el suicidio asistido. No está en contra de los cuidados paliativos, que considera complementarios, pero está a favor de añadir un elemento adicional, que es la posibilidad de la asistencia activa a la muerte, en interés de la humanidad. Su lucha también se centra en el reconocimiento y la aplicabilidad del documento de voluntades anticipadas, es decir, que la voluntad de la persona prevalezca sobre las decisiones del médico. La asociación cuenta con un archivo de sus miembros que rellenan un expediente muy completo y generalmente nombran a una persona de confianza. Pero si la persona no ha informado a sus familiares o al médico que la atiende, la directiva no puede aplicarse. Por ello, ha escrito en varias ocasiones a los ministros de Sanidad, proponiendo que se incluyan las voluntades anticipadas en la tarjeta sanitaria. Las solicitudes han quedado sin respuesta. Jean-Luc Romero se apoya en los sondeos que muestran que los franceses son muy favorables a las ideas de la ADMD. En cuanto al caso de Vincent Lambert, "la ADMD y su presidente, Jean-Luc Romero, recuerdan que sería infinitamente más humano, una vez establecido el final de la vida por la profesión médica y en presencia de la voluntad atestiguada del paciente, poner fin a su sufrimiento mediante la administración de un producto letal. Esto ya se hace en Francia actualmente, según el INED, pero de forma clandestina y, por tanto, sin ningún control.